huevos 'cocotte' con ratatouille

ya estamos de vuelta y he querido empezar con una receta que precisamente evoca las mini-vacaciones que tuvimos en el sur de Francia. una receta con olor y sabor a la Provence y que no puede ser más sencilla y más rica.

 la rataouille es un plato estrella del verano en nuestra cocina. de origen francés, preparado con verduras de la estación, va aromatizado con hierbas provenzales. es la hermanita francesa del pisto manchego, del tumbet mallorquín y de la samfaina catalana, así como de otros varios platos que se preparan en otros lugares bañados por el Mediterráneo. la receta tradicional consiste en sofreír por separado cada ingrediente para respetar los tiempos de cocción, y al final mezclarlos todos para terminarlos de hacer. en mi casa hacemos una versión más sencilla y no por ello menos deliciosa. para aromatizar ponemos solo tomillo y ajo, cosa de gustos, quizás un poco de albahaca según el día.

la tomamos para acompañár carnes o pescados y como más nos gusta es servirla con salmón a la plancha y un poco de pasta hervida, cenita por excelencia. pero esta vez os la muestro como un entrante.

la idea de agregar un huevo, que había visto ya sobre el pisto, por ejemplo, me la ha refrescado Yves Camdeborde, en su libro "40 menus de chefs à 10 euros pour 4 personnes", un librito espectacular lleno de recetas económicas y muuuuy apetitosas, que llegó a casa sin esperarlo, pues aparentemente lo teníamos marcado en Amazon, al conocer al chef por ser jurado de Master Chef, emisión francesa que por supuesto seguimos de cerca en casa como amantes de los programas de cocina que somos el contrario y yo, y en una de sus compras F. lo vió y lo puso en el carrito y ya ni nos acordábamos que lo habímos visto. la sorpresa fe muy grata, pues el libro no tiene desperdicio. ya tengo marcadas un montón de recetas. si tuviera que encontrarle algún defecto es que no todas las recetas tienen foto. al ser reinterpretaciones de recetas tradicionales francesas, pues quizás no sean necesarias todas las fotos (autoconvicción casi inútil).

pero bueno, vamos a la receta, que es la nuestra de ratatouille, agregando luego un huevo para llevarlo al horno justo antes de degustarlo. puede que les quede un poco de ratatouille al preparar las "verrines" pero no hay problema. congela muy bien y saca de un apuro un día que no tengamos muchos ánimos de cocinar.

huevos "cocotte" con ratatouille

los ingredientes (para 4 personas)

una cebolla grande

un pimiento rojo

un calabacín

una berenjena
dos o tres tomates

dos dientes de ajo

dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra

tomillo fresco o seco a gusto

pimienta negra recién molida

y un poquito de sal

para las verrines
 cuatro huevos
perejil seco
hojuelas de chiles rojos recién molidas (opcional)
ajo en polvo
pimienta negra recién molida

y un poquito de flor de sal

la preparación

precalentamos el horno a 180 grados. cortamos los vegetales en cubitos de más o menos medio centímetro y los vamos colocando por capas en una fuente de horno, siguiendo el orden del listado, y agregando un poquito de sal, pimienta y tomillo en cada capa. aplastamos los dientes de ajo con un cuchillo y los escondemos en los vegetales, luego agregamos el aceite de oliva y llevamos al horno, tapado con un papel aluminio, durante 30 minutos, luego retiramos el papel, mezclamos con cuidado de no quemarnos, y dejamos en el horno 30-45 minutos más, removiendo cada 15 minutos, hasta que las verduras estén hechas.

bajamos la temperatura del horno a 150 grados. colocamos tres o cuatro cucharadas de ratatouille en cada fuente individual y cascamos un huevo encima, con cuidado de no quebrar la yema. espolvoreamos con perejil  y sazonamos con pimienta recién molida, ajo en polvo y, si queremos, con hojuelas de chile rojo molidas. cuando el horno esté en la temperatura correcta, horneamos durante 10-15 minutos, hasta que la clara esté cocida y la yema esté en su punto (que es el que prefieras, en mi caso, poco hecha). al momento de servir ponemos un poquito de flor de sal, que en las fotos no sale pero que me di cuenta enseguida empecé a comer...

ahora cortamos un buen pan, servimos una copita de vino blanco fresquito y ¡buen provecho!